Venía con la escalofriante etiqueta de ser
una especie de mezcla entre Los Ángeles de Charlie y Double Dragon, y a fe que
está a la altura. Hoy, en películas
que acabaron con la carrera de su director, la increíble Dead or Alive.
(director: Cory Yuen – Transporter).
La película está
más o menos basada en los videojuegos. Los mejores luchadores del mundo son
convocados mediante estrellas ninja informatizadas al torneo Dead or Alive, con
10 millones como premio. Acuden entre otros las 3 protagonistas, Tina
Armstrong, una campeona de lucha libre, Christie Allen, una ladrona y asesina y
Kasumi, una princesa asiática en busca de su hermano desaparecido. Junto con
Helena Douglas deberán enfrentarse a los planes de Victor Donovan, voyeur,
hortera que te cagas y en definitiva el malo de la película.
En cuanto a la
trama, solo añadir que brilla por su ausencia, ya que cuando no hay alguna
pseudopelea lo que queda es una especie de reality MTV muy cutre: chicas en
bikini haciendo posturitas durante 70 interminables minutos que culminan cuando
descubres que (spoiler) el superplan malvado era robar las habilidades de los
luchadores para… crear unas gafas de sol. No es ya cutre, es que es imposible
que no te recuerde a Sandro Rey con sus gafas radiónicas.
Personajes
A primera vista
ya se ve que se saltan como les da la gana la historia del juego, en los que
Ayane es un personaje protagonista mientras que en la peli es totalmente
secundaria, aparte de que no es ni oriental ni tiene 16 años, sino que es una
sueca de 32 con lo que descaradamente es una peluca de color lila. Las
actuaciones de la mayoría de protagonistas pueden provocar pesadillas,
destacando el Balotelli con cresta de verde chillón, el Hulk Hogan empeñado en
que su hija se lo monte con sus amigas y sobretodo los piratas de Astérix en
versión filipina.
Apartado técnico
La peli empieza
con un travelling aéreo que demuestra que esta vez tenían pasta. Y se nota. Es
una película que cuida los detalles. Grandes momentos técnicos de la historia
del cine.
Momentos y detalles como cuando Leon enseña músculo y suena como si cargase una
escopeta, o como cuando Tina noquea a su rival y este oye pajaritos… y el
espectador también. Y qué decir de esa gran escena en la que el freak onanista
se enamora de Helena y salen corazoncitos de esos prefijados del Movie Maker.
Pero nada supera el momentazo de la peli, cuando Hayate golpea tan fuerte a
Victor en el pie que hasta se ve como le desplaza los glóbulos rojos hacia
arriba. Una escena así es de elegido, de auténtico crack.
En cuanto a las
peleas, todos los luchadores tienen un gran poder que es el de ser inmunes a
las balas ya que los malos tienen la delicadeza de no disparar. Hay grandes
luchas por eso, parodias casi todas de Hero de Jet Li o de Kill Bill, destacando
por encima de todas una en que Christie machaca unos polis a toallazos mientras
se pone el sujetador.
Apartado
artístico
Poco que decir
más allá que el diseño de vestuario debió ir a cargo del tio que hico los
chandals olímpicos de los atletas españoles en los Juegos de Londres y que la
música, como suele pasar en este tipo de películas, te enteras de que había
porque se vende una banda sonora.
Para acabar,
destacaría también el homenaje a Prison Break con el tema de la gran Caja
Fuerte que quieren robar, protegida por un puzle de 9 piezas y una combinación
numérica de 5 números que la propietaria se tatúa bien grande en el cuello
junto con un mapa para encontrarla. Brillante.
Y destaco también
el montaje, que me ha encantado, sobretodo porque cuando derrotan al malo ponen
como un mix con momentos destacados que es como cuando te mueres y te pasa la
vida por delante. Solo que sigues vivo y aún les queda una escena con la que
castigarte.
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