Medios locales nipones han informado de una demanda presentada contra Capcom por una trabajadora por acoso laboral. La mayor parte de los hechos alegados por la demandante tuvieron lugar durante el desarrollo de Dragon's Dogma.
La empleada fue contratada en 2009 y trabajó en varios videojuegos antes de integrarse en el equipo del citado Dragon's Dogma. A partir de ese momento, según relata la demandante, una superior del equipo empezó a tener con ella una actitud que, en la demanda, se define como "irracional" y "repetitiva". Según se relata, la superior reprendía exclusiva y públicamente a la empleada en las reuniones, le asignaba tareas imposibles sin instrucciones sobre cómo realizarlas.
Esta trabajadora pensó que crear una base de datos interna para el desarrollo del juego ayudaría a que su progreso fuera más eficiente, una propuesta que fue respaldada por la dirección y que ella realizó sumándolo a sus tareas cotidianas, por lo que asumió horas extra diarias durante los meses de julio y agosto de 2010. En octubre, fue expulsada del equipo de desarrollo y su jefa le dijo que "aunque la base de datos sea un éxito, tú eres inútil para el equipo".
Entre el 20 de octubre y el 4 de noviembre, según relata la demanda, otros dos superiores empezaron a remitir informes negativos con expresiones como "es problemática", "abandona su puesto de trabajo", "se salta las reuniones" o "sus ideas apestan". Esto motivo que la trabajadora informara al departamento de recursos humanos de Capcom, que no hizo nada.
La situación de acoso laboral referida por la demandante fue a peor y se le diagnosticó el 11 de noviembre una crisis de ansiedad. El 10 de diciembre pidió un día libre e intentó suicidarse mediante ingesta de pastillas contra el insomnio y antidepresivos que le habían sido recetados por el médico.
Cuando se recuperó, se volvió a incorporar a la empresa, pero los superiores referidos anteriormente presentaron informes indicando que no se había recuperado, la suspendieron de empleo y finalmente la despidieron.
Capcom no ha comentado el caso con la prensa nipona alegando que no hace comentarios sobre procesos judiciales abiertos.
De ser cierto lo que argumenta la demandante, seria un duro golpe para la imagen de la compañía nipona.
CAPCOM, no CAMPCOM.
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